Smarate
Recojo en sosiego martirios acuáticos
y apago las fuentes de mi deshielo.
Seis castigos adornan mi patio.
Me hablan, vacíos, de acero reflejo.
Aixa se aleja de mi palacio
mientras me teje los ojos de sangre.
Abofetea mi paz y con su espíritu
me deja solo entre mis iguales.
Violencias amaneradas
estancan de nuevo el agua.
Descubren ruinas de una esperanza
que estaba muerta por ser mirada.
La culpa, desvergonzada,
se jacta de viejas máscaras.
Confunde moral y norma,
desgarra mis carnes y alma.
Mañana encenderé mis fuentes
y las flores removerán mis aguas
al-Zugäbï entonará un poema y
seis flores remendarán mi alma.
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