Ternura de miel



Ternura de miel

Mi colmena en el cíclico asedio
morada vibrante de los deseos.
Batiendo mil alas de sufrimiento
ancianas cautivas del sacrilegio.

Un grito penetra, pretérito.
Mi pueblo llora los falsos recuerdos
de hieles dulces que ningún tiempo
mató entonces, lo que andaba muerto.

Abrazo el cántaro de mi destino
y rindo inerte y al descubierto
veneno lento que me ha podrido.

El antídoto mana desde mis huesos
su miel que inunda mi paraíso
se hizo de flores de estos inviernos.

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