Cajas

He aprendido a meterlo todo en cajas. Tengo una caja contigo dentro. Otra con lo que siento. Otra con lo que odio. Otra con las cosas que me gustan. Otra más colorida con lo que me gustaría tener. Hay un par que hace tiempo que no abro, miro con recelo y pongo al final; pero que están llenas de agujeros por los que miro de vez en cuando. Hay una pequeñita donde espero guardar eso que tanto esfuerzo te está llevando darme. Una de sonrisas, bastante grande. Otra de palabras que ya no uso o que me da vergüenza. Hay una oscura que nunca parece llenarse, y de la que nunca saco nada. Otras vacías que no sabía que tenía plegadas. Y luego está mi caja especial, en la que meto cosas que me importan mucho.

Lo que no me queda claro es dónde me mudo.