Entre chuchos el tiempo se aparta, reniega, se rinde y cede. No hace falta más lenguaje que el gruñido, el olfato, la rabia y los dientes. Entre chuchos no se discute la especie, no se cuestiona el origen, sólo importa el presente. Se comprende, no se juzga, se aprende. Entre chuchos se protege, se quiere y se muerde.
Comentarios
Publicar un comentario