No, no soy más fuerte que tú. No soy más asertivo que tú, ni calmado, ni racional ni estoy más preparado. No tengo poderes especiales, ni estoy hecho de otro material, no tengo más experiencia ni sabiduría, no soy mejor que tú. No soy especial, ni me educaron de forma diferente.
Tengo los mismos miedos que tú, las mismas incertidumbres. Sueño, lo mismo que tú, me duele lo mismo que a ti, me imagino posibilidades igual que tú, pienso y me deleito pensando en los mismos desenlaces que tú, me asusto de mí mismo, como tú.
Soy tan tangible, débil y frágil que tú. me ilumina el mismo sol que a ti. Respiro del mismo aire que tú, y me impiden dormir lo mismo que a ti.
Porque no tengo la menor idea de muchas cosas, tanto como tú. Porque no tengo un botón de reset, pero miro al mismo botón rojo que tú, y busco pulsarlo como tú.
Hoy envidio las mismas sonrisas que tú, los mismos descansos que tú, y me exijo tanto como tú. Porque respiro y me asalta la pena en cada exhalación, me cubre y rellena ese hueco maltrecho.
Y recojo, de rodillas, ese primer trozo. tan mío y tan igual al tuyo.
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