He sido alcanzado por tu fuego amigo así, sin coma ni nada. Sin pretender establecerme en ninguno de tus bandos, apuntalando el mío. Y mientras buscaba provisiones en tus franjas me atravesó el disparo, frío.
Y abandonado en ningún lugar de tus entrañas me debato entre el respiro y el grito. Tararearé una última nana, antes de cerrar los ojos y dejarme llevar por el olor de tu arena a otra hipótesis rebatida, esperando un último movimiento de mis agujas cansadas. Recogiendo las sobras de mis partes masticadas.
Hoy, beberé cerveza a tu salud. Esto, es el mejor de los brindis que pueden ofrecer mis soldados, es mi oda a tu futuro, mi confeti, mi chistera. Soy yo, mi más querido yo dándote las gracias.
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