Tú, que te sientes mal por un mensaje sin mensajero. A ti, que te duele una entonación imaginaria. Que te pierdes en las formas y no el fondo. Que te ahogas en un asunto laboral. Que buscas razones donde no hay ni tan siquiera preguntas sino falsas hipótesis y premisas. A ti, que te pasas la vida sentado esperando la lluvia para que algo brote.
Cierra los ojos y corre. Apaga el futuro y llénate la mochila de presente. No busques, sino encuentra. No supongas y empatiza. Airea esa tierra y riega, con cuidado y paciencia mientras disfrutas de cada momento que no repite. Valora el fondo y piérdete en sus pliegues, es allí donde se aprende.
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