Ayer mi espalda se llenó de dudas, unas escuecen aún hoy por la mañana. Ayer, noche de mentiras, noche de luna franca. Ayer la química explotó en abrazo. Hoy la luna vuelve a su mentira. Hoy la marea será quien me acompañe justa, y necesaria. Hoy, habré restado a esos siete mil millones uno menos para llevármelo a casa.
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